Hace dos años que se inició el actual proceso de desclasificación de documentos ovni británicos y aún continúa el goteo de información. La última remesa ha llegado hace escasos días aunque el investigador David Clark, asesor del Archivo Nacional del Reino Unido, ha adelantado que no habrá grandes sorpresas desde el punto de vista de la investigación ufológica.
Sin embargo, a tenor de lo que el propio Clark ha expresado en su propio blog y de lo que ha trascendido a la prensa, encontraremos algunas informaciones que, aunque sea desde el punto de vista histórico, llamarán la atención de los investigadores y estudiosos del fenómeno
Entre los dieciocho archivos, que conforman unas cinco mil páginas, se encuentra numerosa correspondencia dirigida al Ministerio de Defensa por parte de los ciudadanos en torno a 1997, fecha en que se cumplía el cincuenta aniversario del inicio de la era de los ovnis. Una época ésta, mediados de los noventa, en el que arrasaban entre el público series como Expediente X o la película Independence Day. Estas cartas incluían peticiones de información sobre cuestiones como accidentes de ovnis, abducciones alienígenas, mutilaciones de ganado, círculos en campos de cosecha, programas gubernamentales de visión remota, conspiraciones, etc...Todo ello en los momentos previos al cambio de milenio.
La documentación, puesta a disposición del público en la página web del Archivo, pone de manifiesto una preocupación real de la administración británica, en los años cincuenta sobre el fenómeno de los no identificados. Una inquietud comprensible ya que, más allá de que su origen presuntamente extraterrestre, había un temor de que aviones soviéticos estuvieran invadiendo impunemente el espacio aéreo. Algo que finalmente se constataría como cierto en muchos casos. Las aeronaves de reconocimiento soviéticas ponían a prueba los sistemas de defensa de la OTAN en el Atlántico Norte y ello provocó no pocas operaciones de scramble por parte de las Fuerzas Aéreas británicas. Inevitablemente, estas maniobras acabarían mitificándose y transformándose en evocadoras historias de persecuciones de ovnis por parte de cazas de combate.
Un dato que habla bien a las claras de la intensidad de estas operaciones de interceptación es que se produjeron a razón de unas doscientas por año hasta principios de los años 90. Después de la caída del muro de Berlín, este ratio disminuyó a cero.
El interés por las naves no identificadas entró de lleno en la agenda del Comité de Inteligencia británico en 1957, bajo el epígrafe de "fenómeno aéreo". En los documentos de esta oficina, incluidos en esta última desclasificación, se puede leer un informe que revelaba la incapacidad del Ministerio del Aire por esclarecer la naturaleza de cuatro episodios de ovnis en los que hubo detección por radar.
Sin embargo, a tenor de lo que el propio Clark ha expresado en su propio blog y de lo que ha trascendido a la prensa, encontraremos algunas informaciones que, aunque sea desde el punto de vista histórico, llamarán la atención de los investigadores y estudiosos del fenómeno
Entre los dieciocho archivos, que conforman unas cinco mil páginas, se encuentra numerosa correspondencia dirigida al Ministerio de Defensa por parte de los ciudadanos en torno a 1997, fecha en que se cumplía el cincuenta aniversario del inicio de la era de los ovnis. Una época ésta, mediados de los noventa, en el que arrasaban entre el público series como Expediente X o la película Independence Day. Estas cartas incluían peticiones de información sobre cuestiones como accidentes de ovnis, abducciones alienígenas, mutilaciones de ganado, círculos en campos de cosecha, programas gubernamentales de visión remota, conspiraciones, etc...Todo ello en los momentos previos al cambio de milenio.
La documentación, puesta a disposición del público en la página web del Archivo, pone de manifiesto una preocupación real de la administración británica, en los años cincuenta sobre el fenómeno de los no identificados. Una inquietud comprensible ya que, más allá de que su origen presuntamente extraterrestre, había un temor de que aviones soviéticos estuvieran invadiendo impunemente el espacio aéreo. Algo que finalmente se constataría como cierto en muchos casos. Las aeronaves de reconocimiento soviéticas ponían a prueba los sistemas de defensa de la OTAN en el Atlántico Norte y ello provocó no pocas operaciones de scramble por parte de las Fuerzas Aéreas británicas. Inevitablemente, estas maniobras acabarían mitificándose y transformándose en evocadoras historias de persecuciones de ovnis por parte de cazas de combate.
Un dato que habla bien a las claras de la intensidad de estas operaciones de interceptación es que se produjeron a razón de unas doscientas por año hasta principios de los años 90. Después de la caída del muro de Berlín, este ratio disminuyó a cero.
El interés por las naves no identificadas entró de lleno en la agenda del Comité de Inteligencia británico en 1957, bajo el epígrafe de "fenómeno aéreo". En los documentos de esta oficina, incluidos en esta última desclasificación, se puede leer un informe que revelaba la incapacidad del Ministerio del Aire por esclarecer la naturaleza de cuatro episodios de ovnis en los que hubo detección por radar.
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