Curioso efecto de luz en la cueva aborigen de Artenara |
El investigador José Carlos Gil visitó recientemente la isla de Gran Canaria y pudo recoger datos sobre dos enclaves en el que le aguardaban algunos misterios arqueológicos e históricos. Reproducimos un artículo inédito que redactó a raíz de su reciente viaje:
Risco
caído: Un fenómeno solar aborigen
Las diez de la mañana
de un día de verano de 2013, pasado el solsticio… Y allí estaba… Al fin tras
decenas de kilómetros de curvas por las cumbres de Gran Canaria, Artenara y
Bajalobos, llegábamos a tiempo de ver cómo un día más se ponía en marcha en una
perdida cueva de Artenara un antiquísimo mecanismo solar de precisión
matemática.
Una suerte de reloj y templo de la fertilidad, de batería inagotable, que dibujaba perfectamente nítido un falo que recorría y bañaba de luz durante dos horas un conjunto de triángulos púbicos. Uno de ellos ubicado justo en su parte inferior, y tímidamente rozado, bañado podría decirse, por la luz solar, en alineación perfecta. Son las cuevas de Risco Caído, un sorprendente descubrimiento de última hornada realizado por el arqueólogo Cuenca Sanabria. Se trata de una máquina del tiempo entre los equinoccios de primavera y otoño, como él nos comentó, pues se encontraba fotografiando el evento para dar constancia documental del mismo. Contenido en una cueva de planta redonda hasta culminar en una inédita -en la Canarias prehispánica-, su cúpula que se eleva a cuatro metros sobre el suelo es testigo del milagro que une la doble puesta de Sol del soslticio del Valle de Güímar y la caldera de Pedro Gil con este rito ancestral de los canarii.
Una suerte de reloj y templo de la fertilidad, de batería inagotable, que dibujaba perfectamente nítido un falo que recorría y bañaba de luz durante dos horas un conjunto de triángulos púbicos. Uno de ellos ubicado justo en su parte inferior, y tímidamente rozado, bañado podría decirse, por la luz solar, en alineación perfecta. Son las cuevas de Risco Caído, un sorprendente descubrimiento de última hornada realizado por el arqueólogo Cuenca Sanabria. Se trata de una máquina del tiempo entre los equinoccios de primavera y otoño, como él nos comentó, pues se encontraba fotografiando el evento para dar constancia documental del mismo. Contenido en una cueva de planta redonda hasta culminar en una inédita -en la Canarias prehispánica-, su cúpula que se eleva a cuatro metros sobre el suelo es testigo del milagro que une la doble puesta de Sol del soslticio del Valle de Güímar y la caldera de Pedro Gil con este rito ancestral de los canarii.
¿Templarios en La Aldea?
Fin de semana siguiente… Y volvemos a Gran Canaria, esta vez a la caza de un
lancero extraviado, agua en las proximidades, un solar abandonado, una alquería
en ruinas, y dos piedras simbólicas dejadas de la mano de Dios. Esta información
se dispone no para crear polémica ni convencer, sino para constatar un vestigio
histórico de origen desconocido en medio de un solar en ruinas perteneciente a
una familia ahora en Cuba que ni sabe de su existencia… Que también tuvimos
oportunidad de grabar en video gracias al redescubridor de las piedras y
sobrino de Antonio de la Nuez Caballero, ya fallecido. No damos más precisiones
para preservar lo que aún queda por si algún político de turno entiende el
concepto de cultura… Obispado de Telde, eremitorios mallorquines en Gran
Canaria… Neotemplarios en Portugal… Enrique el Navegante… El montañoso y
aislado noroeste de Gran Canaria encierra así un enigma dentro de un misterio,
y mira a la Virgen de la Candelaria de Adeje escoltando las aguas atlánticas de
un estrecho que mira hacia América desde el jardín de las Hespérides, desde el
jardín de las ocas…
Comentarios