La renuncia de Joseph Ratzinger a su cargo de Obispo de Roma y máximo responsable de la
Iglesia Católica ha dejado conmocionada a la comunidad católica del mundo.
Quizás por lo inesperado de esta decisión (solo era conocida por dos personas allegadas),
se han puesto en marcha todo tipo de especulaciones, sobre todo en internet,
con tintes conspiranoicos y, cómo no, apocalípticos.
Aún recordamos las numerosas teorías desatadas en relación al
último conclave del que salió elegido, el aún papa, Benedicto XVI en abril de
2005. Las profecías papales fueron el elemento protagonista de todo tipo de
rumores sobre la sucesión de Juan Pablo II. Nostradamus volvió a la palestra,
como también lo hizo la lista de papas de San Malaquías. Ahora, asistiremos a
una nueva reactivación de estas especulaciones con el ingrediente añadido de
las redes sociales. Facebook y Twitter dieron una dimensión inesperada a las
profecías mayas. Como en aquella ocasión, ahora todo el mundo opinará y
compartirá información, inquietudes y teorías, contribuyendo a engordar el
fenómeno de las profecías de los papas. ¡Hagan sus apuestas!
La lista de San
Malaquías
Una historia que es muy del gusto de los aficionados a las
profecías es la de la lista de San Malaquías. Malaquías, arzobispo de Irlanda en 1132, tuvo una serie de visiones
después de un viaje a Roma en el que pudo comprobar la degradación de los
religiosos, totalmente subyugados a los caprichos de la clase política.
Presuntamente, al arzobispo le habría sido revelada una
lista de papas que estarían por venir de cara al futuro; en total 112.
Cada papa era identificado, no por su nombre y apellidos,
sino por un lema o frase que, como puede suponer el lector, se refería al
pontífice de turno de una forma absolutamente críptica y oscura.
Así, el lema para Juan Pablo II –el papa número 110 - es “de
labori solis”, o “de la labor del sol”.
Los intérpretes de San Malaquías aclaran que se refiere al trabajo
incansable, recorriendo cada rincón del mundo, del que fuera conocido como “papa
viajero”.
El lema 111, referente a Benedicto XVI, reza “de gloria
olivae”, es decir, “de la gloria del olivo”. La expresión se ha interpretado
como una referencia a los grandes esfuerzos realizados por el pontífice a favor
de la paz. Como vemos, todo aquí es muy vago, y cualquier interpretación puede
valer, un poco metida con calzador.
Por tanto, nos queda el papa 112, ¡el último!: “Petrus
Romanus”, o “Pedro el romano”. Corresponderá a quien salga elegido en el
próximo cónclave previsto para marzo. Después la lista se acaba. Mucho se ha
teorizado sobre el fin de la lista de papas. ¿Acaso el fin de la Iglesia
Católica? ¿El fin del mundo? Muchos autores apuntan a un hecho tremendamente
relevante que moverá los cimientos de la Iglesia. La mención de Pedro el romano
viene acompañada de la siguiente expresión: “Pedro el romano, quien alimentará
a su rebaño entre muchas tribulaciones; tras lo cual, la ciudad de las siete
colinas será destruida y el Juez terrible juzgará a su pueblo. Fin”. Pedro el
romano, el próximo y último papa según esta profecía, parece que asumiría un
papel clave en la historia de la Iglesia. ¿De quién podría tratarse?
El primer papa negro
Durante estos días se están barajando los nombres de los
próximos candidatos. Y la lista ya es extensa, según podemos leer en cualquier
medio de comunicación. Algunos expertos apuntan hacia fuera de Europa; Latinoamérica
o África. Se rompería la tradición que asigna este rol a cardenales o
arzobispos europeos. Sin ir más lejos, Latinoamérica reúne al 42% de la
comunidad católica, mientras en Europa se trata de un 25%.
San Malaquías |
En este sentido, uno de los aspirantes que más expectativas despierta
es Peter Turkson (en la imagen de arriba), de Ghana, responsable
del departamento de Justicia y Paz del Vaticano.
Peter (Pedro) Turkson a buen seguro que entrará dentro de
las quinielas para ser el Pedro el romano de San Malaquías. Aparte de la
coincidencia del nombre, se le terminará encontrando alguna conexión con Roma;
por ejemplo, el cargo que ocupa en esa oficina vaticana (en el centro de Roma).
Además, se da una circunstancias muy
jugosa para quienes gustan de hacer cábalas; sería el primer papa negro de la
historia, dando alas a la supuesta profecía atribuida a Nostradamus, según la
cual, este hecho sería preludio del fin de los tiempos. De esta forma, el
cardenal Turkson, encajaría perfectamente con las profecías apocalípticas más
representativas y populares.
Otro aspirante a Papa en el que se han puesto las miradas es
el camarlengo Tarcisio Pietro (Pedro)Bertone. El arzobispo italiano ocupa un
relevante cargo en el Vaticano. No en vano, es quien dirigirá la Iglesia
Católica hasta la llegada del nuevo Sumo Pontífice, por lo que es una especie
de papa “en funciones”. Tarcisio Pietro
-o Pedro – nació hace 78 años en Turín, no en Roma. Pero resulta que el
nombre de la localidad en la que vino al mundo es Romano Canavese. Así que
nuestro particular Pedro el romano ya podría haber tomado las riendas de la
jefatura de la Iglesia Católica, aunque sea de una forma temporal.
De Tarcisio Piedtro Bertone y de Peter Turkson se hablará
bastante en las próximas semanas. Otra cosa es tomarse al pie de la letra este
tipo de augurios apocalípticos.
Profecías que hacen
aguas
Conviene no perder la perspectiva cuando hablamos de
profecías y caer en el error de tomarnos en serio estos vaticinios. Más allá de un pasatiempo, la
forma de encajar las piezas para que se cumpla un pronóstico puede arrojar bastante
luz sobre la manera en que se forjan estos mitos y como son interpretados por
la sociedad.
Un error clásico de las profecías es la interpretación a
posteriori, es decir, se hace el augurio, que queda muchas veces por escrito,
como es el caso, y solo posteriormente se le da sentido, cuando ya disponemos
de todos los datos para hacer el encaje de bolillos. El mecanismo que está
detrás de este proceso es lo que se denomina “profecía autocumplida”; una “jugarreta”
de la mente que hace que busques inconscientemente cualquier indicio que pueda confirmar la
teoría previamente formulada. Como ocurre con tantos otros temas del mundo del
misterio, al final encuentras lo que buscas.
Aunque la lista de San Malaquías supuestamente fue elaborada
en el siglo XII, solo fue conocida en 1595, cuatro siglos más tarde, como parte
del libro Lignum Vitae, del monje
francés Arnold de Wyon. Para entonces, ya un buen número de papas habían pasado
por la historia, se sabía quiénes eran. Precisamente, estos son los pontífices
cuya descripción encaja de forma más precisa con la frase profética de
Malaquías. Algunos incluso, son de una exactitud sorprendente. Por el
contrario, después de 1595, los lemas son más ambiguos, y hay que hacer auténticos
malabares para hacerlos corresponder con el papa de turno. ¿No será porque la
lista no se elaboró en el siglo XII sino en el XVI? ¿Fue la lista falsamente
atribuida a Malaquías? ¿Con qué propósito?
Algunos autores apuntan a un interés meramente político. La
lista se habría instrumentalizado por parte del dominico español Alfonso Chacón
para, a la muerte de Urbano VII en 1590, forzar la elección del cardenal
Simoncelli, cosa que finalmente no ocurrió.
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