Un desastre de tintes apocalípticos como el que se desató en Japón el pasado 11 de marzo no podía quedar al margen de la inevitable oleada de teorías exóticas que inundan internet.
Posiblemente, la más sorprendente es la que nos remite a la de la Superluna. Este fenómeno consiste en una máxima aproximación (que los expertos denominan "perigeo")de nuestro satélite, que el sábado 19 de marzo estará tan solo a 356.000 kilómetros de la Tierra. La lógica parece indicarnos que si las dinámicas lunares influyen en algunos procesos de nuestro planeta, como es el conocido mecanismo de las mareas de los océanos, incluso de las denominadas "mareas de tierra", que afectan a los continentes, podría ocurrir que al estar la Luna más cerca, estos efectos se acentuaran más, incrementando el riesgo de terremotos.
Uno de los principales valedores de esta teoría es el astrólogo norteamericano Richard Nolle (presentado erróneamente en algunos medios digitales como 'astrónomo'). En su sitio web asegura que existe una relación directa entre los perigeos lunares y numerosos desastres naturales registrados en el pasado.Para el adivino, los efectos son mayores cuando se produce un alineamiento de nuestro planeta con el Sol y la Luna, estando ésta en máximo acercamiento a nuestro planeta. Durante el transcurso de este fenómeno astronómico se "abre una ventana" de unos dos o tres días en los que pueden tener lugar "grandes temporales de costa, tormentas severas, terremotos poderosos y erupciones volcánicas; la naturaleza entera sufre sobretensiones bajo la influencia del alineamiento de una superluna".
El astrólogo establece las conexiones de la superluna con algunos notables desastres producidos durante la Historia de nuestro planeta: la erupción del monte Pinatubo el 15 de junio de 1991, el terremoto de 7.3 grados en la escala de Ritcher que asoló Turkemistan el 6 de octubre de 1948, llevándose consigo 110.000 vidas, o el huracán que arrasó Texas el 8 de septiembre de 1900, dejando 8.000 muertes por el camino.Los tres casos citados por Nolle se habrían producido dentro de los tres días de una superluna. A estos registros añade otros sucesos más recientes como el del huracán Katrina, fenómeno que empezó a originarse en el Golfo de México bajo la influencia de la superluna del 19 de agosto de 2005.
Las predicciones de Nolle se realizaron antes de que la catástrofe de Japón tuviera lugar. La superluna del 19 de marzo la considera como especialmente "extrema" debido a que va estar especialmente cerca de la Tierra, ensanchando por tanto la ventana de sucesos a un horizonte de 5 días; concretamente, del día 16 al 22. Para estos días pronostica grandes temporales de costa, importante actividad eléctrica que podría provocar intensas tormentas y lluvias abundantes que podrían producir inundaciones. También añade la alta probabilidad de que se produzca actividad sísmica en una escala de 5 grados o más en la escala de Ritcher y "tsunamis y erupciones volcánicas".
Los vaticinios del astrólogo se basan en una observación científica validada por expertos como el sismólogo como John Vidale, de la Universidad de Washington, para quien está claro que "tanto el Sol y la Luna ejercen una ligera tensión sobre la Tierra". El experto asegura que durante los días de Luna Llena y Luna Nueva, debido a esta alineación con el Sol, este hecho provoca un aumento en la actividad sísmica de alrededor un 1% y "una actividad ligeramente más alta en los volcanes". Aunque esto no guarda ninguna relación con el fenómeno de la superluna.
Además, los augurios de Richar Nolle cometen la trampa de haber situado al terremoto/tsunami de Japón (ocurrido el 11 de marzo) fuera del horizonte de sucesos de la superluna del 19 de marzo (aún teniendo en cuenta el margen de cinco días). En cualquier caso, ya es inevitable que las expectativas en muchos foros y redes sociales de internet se hayan acentuado ante el espectacular fenómeno lunar que tendrá lugar el próximo sábado.
Posiblemente, la más sorprendente es la que nos remite a la de la Superluna. Este fenómeno consiste en una máxima aproximación (que los expertos denominan "perigeo")de nuestro satélite, que el sábado 19 de marzo estará tan solo a 356.000 kilómetros de la Tierra. La lógica parece indicarnos que si las dinámicas lunares influyen en algunos procesos de nuestro planeta, como es el conocido mecanismo de las mareas de los océanos, incluso de las denominadas "mareas de tierra", que afectan a los continentes, podría ocurrir que al estar la Luna más cerca, estos efectos se acentuaran más, incrementando el riesgo de terremotos.
Uno de los principales valedores de esta teoría es el astrólogo norteamericano Richard Nolle (presentado erróneamente en algunos medios digitales como 'astrónomo'). En su sitio web asegura que existe una relación directa entre los perigeos lunares y numerosos desastres naturales registrados en el pasado.Para el adivino, los efectos son mayores cuando se produce un alineamiento de nuestro planeta con el Sol y la Luna, estando ésta en máximo acercamiento a nuestro planeta. Durante el transcurso de este fenómeno astronómico se "abre una ventana" de unos dos o tres días en los que pueden tener lugar "grandes temporales de costa, tormentas severas, terremotos poderosos y erupciones volcánicas; la naturaleza entera sufre sobretensiones bajo la influencia del alineamiento de una superluna".
El astrólogo establece las conexiones de la superluna con algunos notables desastres producidos durante la Historia de nuestro planeta: la erupción del monte Pinatubo el 15 de junio de 1991, el terremoto de 7.3 grados en la escala de Ritcher que asoló Turkemistan el 6 de octubre de 1948, llevándose consigo 110.000 vidas, o el huracán que arrasó Texas el 8 de septiembre de 1900, dejando 8.000 muertes por el camino.Los tres casos citados por Nolle se habrían producido dentro de los tres días de una superluna. A estos registros añade otros sucesos más recientes como el del huracán Katrina, fenómeno que empezó a originarse en el Golfo de México bajo la influencia de la superluna del 19 de agosto de 2005.
Las predicciones de Nolle se realizaron antes de que la catástrofe de Japón tuviera lugar. La superluna del 19 de marzo la considera como especialmente "extrema" debido a que va estar especialmente cerca de la Tierra, ensanchando por tanto la ventana de sucesos a un horizonte de 5 días; concretamente, del día 16 al 22. Para estos días pronostica grandes temporales de costa, importante actividad eléctrica que podría provocar intensas tormentas y lluvias abundantes que podrían producir inundaciones. También añade la alta probabilidad de que se produzca actividad sísmica en una escala de 5 grados o más en la escala de Ritcher y "tsunamis y erupciones volcánicas".
Los vaticinios del astrólogo se basan en una observación científica validada por expertos como el sismólogo como John Vidale, de la Universidad de Washington, para quien está claro que "tanto el Sol y la Luna ejercen una ligera tensión sobre la Tierra". El experto asegura que durante los días de Luna Llena y Luna Nueva, debido a esta alineación con el Sol, este hecho provoca un aumento en la actividad sísmica de alrededor un 1% y "una actividad ligeramente más alta en los volcanes". Aunque esto no guarda ninguna relación con el fenómeno de la superluna.
Además, los augurios de Richar Nolle cometen la trampa de haber situado al terremoto/tsunami de Japón (ocurrido el 11 de marzo) fuera del horizonte de sucesos de la superluna del 19 de marzo (aún teniendo en cuenta el margen de cinco días). En cualquier caso, ya es inevitable que las expectativas en muchos foros y redes sociales de internet se hayan acentuado ante el espectacular fenómeno lunar que tendrá lugar el próximo sábado.
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