El 23 de octubre, la Tierra sufrió las inclemencias del
clima espacial. Una tormenta solar X 1.6, considerada como muy intensa, golpeó
nuestra magnetosfera, provocando fuertes interacciones con fuentes de radio
localizadas en regiones de China, India o Australia. El episodio nos recuerda
que aún tenemos un problema que resolver en este terreno. Podemos considerarlo
como un tímido aviso sobre lo que podría suceder a corto plazo con nuestros
satélites y redes eléctricas. Según los expertos, lo peor podría estar
por llegar. Y no solo los gobiernos, sino también las empresas privadas tendrán
que tomar medidas para evitar un posible desastre. España parecía haberse dormido respecto a este
asunto, como si no fuera con nosotros. Sin embargo, en los últimos meses, se ha
abierto en nuestro país un debate sobre cómo afrontar una crisis provocada por
una próxima tormenta solar.