Cierto día, íbamos dando un paseo por Las Américas (sur de Tenerife). El día era soleado y una ciudad tan turística como ésta se presta a una agradable caminata. Pero tras girar una esquina, el ambiente se volvió turbio. Pasamos de estar ante bonitos hoteles, alegres chiringuitos y paseos marítimos a deambular entre bloques grises que, pensé en ese momento, poco tenían que ver con la clásica imagen festiva que se promociona de este lugar. Estábamos en el Paseo Los Cardones. En aquel momento apareció ante nosotros un auténtico monumento al desastre. Unas viejas instalaciones abandonadas que fácilmente podrían ocupar el espacio de tres canchas de baloncesto. Todo aquello protegido por verjas oxidadas y muros con grafitis. Nos acercamos a curiosear y leímos un solemne cartel: "Parque Loros del Sur". Intuimos que debía tratarse de un antiguo parque zoológico o algo así. Pero esto solo podíamos deducirlo por ese rótulo. Aunque fijándonos un poco, pudimos observar ...