Hace no más de cinco años
que empezamos a oír hablar de estos artilugios llamados drones. Al principio los vinculábamos a determinadas maniobras
llevadas a cabo en Oriente Medio por parte de la Fuerza Aérea de Estados
Unidos. Aeronaves no tripuladas que minimizaban el riesgo en algunas
operaciones, se decía. Después se suavizó el carácter militar de estas máquinas
aduciendo que los servicios que podían ofrecer a la población civil eran
infinitos: labores de extinción de incendios, vigilancia, etc. El propio
gigante Amazon ya te lleva sus pedidos empleando estos artefactos. Al final, y
casi sin darte cuenta, ya los tienes en la puerta de tu casa. Ahora resulta que
tener tu propio drone ya no es cosa exclusiva de los militares ni de las
multinacionales. Todo por un módico precio.
Hace unas semanas me
sorprendió ver en Mediamarkt, la conocida franquicia de electrodomésticos, lo que
se promocionaba como "mini-drones", el último paso en la frenética
escala evolutiva de estos aparatos. Drones que caben en la palma de tu mano, ni
más ni menos. Eso sí, sin renunciar a muchas de las enormes potencialidades que
ofrece una aeronave de este tipo más convencional: sigilo, maniobrabilidad,
rapidez, altitud, versatilidad...Todo por no más de 100 euros.
Los mini-drones, de oferta en el Mediamarkt |
Su pequeño tamaño hace que
el asunto se torne más inquietante porque aumenta la efectividad de una posible
operación de espionaje o vigilancia, cuando no un acto flagrante de intromisión
de la intimidad. Los fabricantes de los mini-drones, claro, venden la cosa como
un juguete inocente. Así de paso, esquivan la confusa legislación que existe al
respecto al no ser catalogados como aeronaves.
En la siguiente promoción
de uno de los aparatos, un chaval espía descaradamente a una chica, a la que
además no duda en molestar incesantemente. Un juego cándido y divertido sí,
pero ¿se imaginan el uso de estos aparatos desde el ámbito de la Inteligencia o
dentro de un programa de vigilancia masiva? ¿Se está haciendo ya?
Comentarios