Hoy se cumplen 32 años del peor accidente de la Historia de la aviación. Se trata del ocurrido en el aeropuerto de Los Rodeos, situado en el norte de Tenerife. Una tarde de domingo, las malas condiciones de visibilidad debido a la niebla densa se unieron a las prisas por despegar de uno de los comandantes, una orden de despegue mal entendida, los tanques de combustible llenos…Todo ello condujo a un desenlace fatal. Dos Boeing 747 chocaron cuando uno de ellos empezaba a tomar vuelo. El balance de víctimas: 583 muertos.
Cómo suele ocurrir en ocasiones similares, siempre que hay una tragedia de gran magnitud, las historias de corte paranormal no tardan en aparecer. El accidente de los Rodeos no ha sido una excepción y, de hecho, los rumores sobre aparecidos, premoniciones, etc..se han ido sucediendo hasta épocas bien recientes.
Un aspecto clásico de los grandes accidentes son las premoniciones. Hace años, junto al periodista Héctor Fajardo, entrevisté a la conocida médium canadiense Marilyn Rossner. La vidente se hizo muy famosa por afirmar (una vez ocurrida la tragedia, claro) que meses antes había tenido la visión de dos aviones colisionando y escuchaba en su interior una voz que le decía "Tenerife, Tenerife, Tenerife…". Nunca obtuvimos una prueba de que esa premonición fuera registrada con anterioridad al suceso.
Así mismo, tenemos un experimento presuntamente ocurrido en la Universidad de Durham, en el que un estudiante, Lee Fried, días antes del accidente, habría escrito en un papel el titular de portada del periódico News Observer del día 28 de marzo. El titular y la predicción de Fried hacían referencia al accidente aéreo de Tenerife y hacían alusión al número de víctimas mortales. Ambos coincidían sorprendentemente. Nunca se llegó a confirmar la historia de Lee Fried, ni siquiera que tal personaje existiera realmente.
Por otro lado, en su día entrevistamos a algunos militares que afirmaron observar a una niña fantasma, en el curso de una instrucción nocturna cerca del aeropuerto. Esta historia enlaza con otra leyenda bien conocida: la de la niña de la garita. Según se cuenta, durante las labores de rescate de los cuerpos en el aeropuerto, no se llegó a recuperar el de una niña. Por tanto, es esta chiquilla la que se presenta a altas horas de la madrugada a los soldados que montan guardia en las instalaciones militares anexas al aeropuerto. La historia carece de fundamento desde el momento en que durante el recuento de cadáveres no se echó en falta el cadáver de ningún niño. Además, los testimonios obtenidos por parte de algunos militares, aunque sinceros, no se ven apoyados por ningún otro tipo de pruebas que nos permitieran seguir avanzando en una investigación.
Todas estas historias sobrenaturales son muy evocadoras pero no sostienen un mínimo análisis. Todo son relatos, rumores, historias que van de boca en boca…haciendo crecer una especie de bola de nieve durante los últimos 30 años. Realmente se trata de un desesperado intento por parte del ser humano por interiorizar un suceso terriblemente luctuoso y encontrar algunas respuestas. Por ejemplo, si consideramos que el accidente ya estaba pronosticado por un vidente, pensaremos que habrá ocurrido porque, de alguna manera, así estaba escrito. Si es la providencia la que dicta la fatalidad, el suceso resulta más tranquilizador y aporta claves para entenderlo. De igual manera, los paseos de una niña fantasma por el lugar del accidente nos permitiría creer que los muertos, en cierta manera se hayan vivos, en algún lugar del más allá. Incluso los niños, que constituyen el aspecto más dramático de cualquier tragedia, se encontrarían a salvo.
Todas estas reflexiones y otras sobre cuestiones como la de la presencia constatada de uranio empobrecido (esta vez sí, medida de manera científica) en el lugar del accidente han sido el motivo central del programa del divulgador Juanca Romero en su programa de radio Ángulo 13. El enlace aquí.
Cómo suele ocurrir en ocasiones similares, siempre que hay una tragedia de gran magnitud, las historias de corte paranormal no tardan en aparecer. El accidente de los Rodeos no ha sido una excepción y, de hecho, los rumores sobre aparecidos, premoniciones, etc..se han ido sucediendo hasta épocas bien recientes.
Un aspecto clásico de los grandes accidentes son las premoniciones. Hace años, junto al periodista Héctor Fajardo, entrevisté a la conocida médium canadiense Marilyn Rossner. La vidente se hizo muy famosa por afirmar (una vez ocurrida la tragedia, claro) que meses antes había tenido la visión de dos aviones colisionando y escuchaba en su interior una voz que le decía "Tenerife, Tenerife, Tenerife…". Nunca obtuvimos una prueba de que esa premonición fuera registrada con anterioridad al suceso.
Así mismo, tenemos un experimento presuntamente ocurrido en la Universidad de Durham, en el que un estudiante, Lee Fried, días antes del accidente, habría escrito en un papel el titular de portada del periódico News Observer del día 28 de marzo. El titular y la predicción de Fried hacían referencia al accidente aéreo de Tenerife y hacían alusión al número de víctimas mortales. Ambos coincidían sorprendentemente. Nunca se llegó a confirmar la historia de Lee Fried, ni siquiera que tal personaje existiera realmente.
Por otro lado, en su día entrevistamos a algunos militares que afirmaron observar a una niña fantasma, en el curso de una instrucción nocturna cerca del aeropuerto. Esta historia enlaza con otra leyenda bien conocida: la de la niña de la garita. Según se cuenta, durante las labores de rescate de los cuerpos en el aeropuerto, no se llegó a recuperar el de una niña. Por tanto, es esta chiquilla la que se presenta a altas horas de la madrugada a los soldados que montan guardia en las instalaciones militares anexas al aeropuerto. La historia carece de fundamento desde el momento en que durante el recuento de cadáveres no se echó en falta el cadáver de ningún niño. Además, los testimonios obtenidos por parte de algunos militares, aunque sinceros, no se ven apoyados por ningún otro tipo de pruebas que nos permitieran seguir avanzando en una investigación.
Todas estas historias sobrenaturales son muy evocadoras pero no sostienen un mínimo análisis. Todo son relatos, rumores, historias que van de boca en boca…haciendo crecer una especie de bola de nieve durante los últimos 30 años. Realmente se trata de un desesperado intento por parte del ser humano por interiorizar un suceso terriblemente luctuoso y encontrar algunas respuestas. Por ejemplo, si consideramos que el accidente ya estaba pronosticado por un vidente, pensaremos que habrá ocurrido porque, de alguna manera, así estaba escrito. Si es la providencia la que dicta la fatalidad, el suceso resulta más tranquilizador y aporta claves para entenderlo. De igual manera, los paseos de una niña fantasma por el lugar del accidente nos permitiría creer que los muertos, en cierta manera se hayan vivos, en algún lugar del más allá. Incluso los niños, que constituyen el aspecto más dramático de cualquier tragedia, se encontrarían a salvo.
Todas estas reflexiones y otras sobre cuestiones como la de la presencia constatada de uranio empobrecido (esta vez sí, medida de manera científica) en el lugar del accidente han sido el motivo central del programa del divulgador Juanca Romero en su programa de radio Ángulo 13. El enlace aquí.
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