El Boletín de los Científicos Atómicos está evaluando la posibilidad de aletar nuevamente a la comunidad internacional a través de su conocido Reloj del Fin del Mundo (una ingeniosa metáfora sobre el estado del planeta en cuestiones medioambientales y armamentísticas). La última maniobra se produjo en enero de 2007 , cuando las manecillas se movieron desde los siete minutos anteriores a los cinco actuales respecto de la medianoche, momento que representa el colapso de la civilización. En aquella ocasión, los argumentos que llevaron a los científicos atómicos a tomar tal determinación eran de peso. Por un lado, el actual proceso del calentamiento global del planeta cuyos efectos serían comparables, a largo plazo, a los de una guerra nuclear (incrementos de temperatura, aumentos de los desastres naturales, hambrunas...). También contemplaban el avance inusitado de las biotecnologías y sus implicaciones en ámbitos como el terrorismo internacional. Hoy en día, un ciudadano resentido, con...